Y dijo el Eterno a Moshe ¿ Porque clamas a Mi?…Habla a los hijos de Israel y diles que marchen! (Éxodo 14:15).
Cuenta el midrash que D-s ordenó a Moshe que le indique al pueblo marchar, es decir ingresar al Mar de los Juncos, el Iam Suf, y cruzarlo. Sin embargo las aguas de dicho mar no se habían aún abierto. Los egipcios y su ejército avanzaban directamente hacia la nación hebrea que se encontraba en una encerrona con el mar a su frente y el ejército enemigo a sus espaldas.
La parasha Beshalaj que leemos en este shabat nos relata ese episodio dramático de los Bne Israel. Ante esta situación muchos clamaron retornar a Egipto. Aunque esclavos y sometidos, preferían esa condición a la libertad. La esclavitud significaba no ser dueño de su tiempo y estar sometido y degradado, pero también implicaba tener lo mínimo para vivir y no tener que tomar decisiones sobre aspectos de su vida y asumir la responsabilidad sobre ellas.
A veces el ser humano prefiere estar sometido a tener la tremenda responsabilidad de decidir y ser responsable por ello. Hay muchos que prefieren que otros decidan por él.
El mismo midrash nos explica que las aguas no se abrieron hasta que un miembro del pueblo de Israel se lanzó a ellas y ya con el agua al cuello, las aguas se abrieron. Ese hombre pertenecía a la tribu de Iehuda y se llamaba Najshon ben Aminadav. De no haber sido por él, las aguas no se habrían abierto y el pueblo hubiera sucumbido ante el avance de los carros egipcios.
Cuál fue el motivo por el cual el Eterno no abrió inmediatamente las aguas del Mar?
Porque esperar hasta que un valiente y arrojado hebreo se lanzara al agua casi en una actitud que podía calificarse de suicida o absolutamente arriesgada por lo menos.
Los sabios nos enseñan que no debemos esperar en la vida que los problemas se nos solucionen a través de milagros. No debemos estar anhelantes de hechos sobrenaturales, ya que si lo hacemos podremos sucumbir esperándolos. Debemos actuar para empujar a los milagros a concretarse. No podemos quedarnos en la playa esperando porque es muy probable que allí nos quedemos.
Hay momentos en la vida que debemos tomar decisiones, debemos actuar y tomar riesgos si es que queremos mejorar nuestra existencia y la de nuestros seres queridos. Así fue como actuó Najshon y su actitud nos debe servir de enseñanza para la vida a cada uno de nosotros.
Shabat Shalom!!!
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